O nosso caminho não é de relva suave, é um trilho de montanha pejado de muitas pedras. Mas segue em frente, para cima, rumo ao Sol. E encontrarás a serenidade. Ruth Westheimer
sábado, 10 de setembro de 2011
La Dama y el Vagabundo (1955)
Linda estaba encantada con el regalo que Jaime, su marido, acababa de hacerle: una perrita preciosa, de pura raza, a la que puso por nombre Reina. El cachorrito no tardó en demostrar su inteligencia y, seis meses después, su presencia era imprescindible en la casa. Algún tiempo después, Reina empezó a notar que su ama no le hacía tanto caso como antes. Pasaba muchas horas tejiendo unas prendas muy pequeñitas, y cuando la perrita intentaba que jugase con ella, la hacía salir al jardín. Muy preocupada por el cambio efectuado en su ama, Reina se lo comunicó a Joc y Trusty, quienes manifestaron que no debía preocuparse demasiado; simplemente ocurría que Linda estaba esperando un bebé. Reina desconocía por completo cómo era un bebé y se encargó de aclarárselo un chucho vagabundo que acertó a pasar por allí. Se llamaba Golfo, y era el campeón de los perros sin amos de la ciudad. Según Golfo, un bebé es un cúmulo de preocupaciones para un perro. Con el bebé se acaba la diversión, la libertad y casi todo el cariño de los amos.
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